
Los equipos mexicanos dijeron ¡hasta aquí! Chivas y San Luis, avalados por la Federación Mexicana de Futbol, decidieron abandonar la Copa Santander Libertadores, el torneo más importante del Continente a nivel de clubes, por considerar que los equipos brasileños y uruguayos no están jugando limpio. Quiero aplaudir la valiente decisión de estos dos equipos y ojalá que esto sirva de parte-aguas en la relación que guarda México con la Confederación Sudamericana de Futbol.
Son muchas las injusticias que se han cometido contra nuestro futbol en este tipo de torneos, pero esta vez fue demasiado. Primero el partido en Chile entre el Everton y las Chivas. Los aficionados y jugadores del Everton lanzaron expresiones racistas a los jugadores mexicanos durante todo el partido. De “leprosos” no bajaban a los jugadores del Guadalajara por el tema de la influenza que atacaba a nuestro país. Héctor Reynoso perdió la cabeza, el partido estaba caliente y tosió y le echó los “mocos” a Penca, jugador del equipo chileno. La acción de Reynoso es penosa realmente y no tiene justificación, es de lo más bajo que puede hacer una persona, sea jugador de futbol o no. Hasta ahí estamos claros. Sin embargo, el castigo a Reynoso fue excesivo. Por tratarse de un equipo mexicano, la Conmebol expulsó por lo que resta del torneo al defensa Chiva. Un castigo de 5 partidos hubiera sido justo en mi opinión, tal vez Reynoso ni volvía a jugar esta Copa Libertadores e incluso algún otro partido en el futuro en competiciones sudamericanas (un caso similar al de Pepe del Real Madrid), pero cortar de tajo su participación tiene una connotación mucho más fuerte. El objetivo es dejarlo fuera ahorita, punto.
Segundo, hubo expulsión para el jugador tapatío pero no hubo ningún castigo ni para los jugadores chilenos ni para el Club Everton ni veto a su estadio. Cuando se suspendió el partido Chivas-Boca Juniors en 2005, el día del incidente de Palermo y el entrenador Chino Benítez, la Conmebol sancionó a todos los involucrados, los ya mencionados e incluso el mexicano “Bofo” Bautista, y vetó la Bombonera de Boca. Esta vez, con faltas más graves, no hubo castigo para el equipo local. En Europa, el tema del racismo es sumamente delicado y los castigos son severos; en Sudamérica, en Sudamérica no.
Finalmente, Guadalajara logró su pase a los octavos de final de la Copa, entonces llegaron más problemas. Por motivo de la influenza, los clubes rivales de las Chivas y el San Luis se negaron en un principio a jugar en México. Esto fue hasta hace una semana, en medio de la histeria y paranoia de la gripe porcina o humana o lo que sea, así que tenía mucho sentido. Los clubes mexicanos intentaron buscar acomodo en algún otro país para sus partidos de local y no lo consiguieron. Los demás países se negaban a ser sedes de los equipos nacionales o los clubes extranjeros se negaban a jugar en las sedes alternas que sí habían aceptado. Había que esperar unos días para que se resolviera el asunto: o aceptaban una sede alterna o se jugaban los partidos en México.
Esta semana, entonces, cayó la gota que derramó el vaso: a pesar de que la Organización Mundial de la Salud ha dado el visto bueno para que se celebren partidos de futbol en nuestro país, incluso a puerta abierta, y ha reducido la alerta de infección de la enfermedad, los equipos Sao Paulo de Brasil y Nacional de Uruguay se han negado a jugar en territorio azteca. NO van a jugar ni que se extremen precauciones ni esta semana ni la próxima ni dentro de un mes. No importa lo que diga la OMS, me imagino que ellos tienen expertos en materia de salud en los clubes y saben que es peligroso. Y es que precisamente, más allá del asunto de salud, el trasfondo político es el que preocupa. Están siendo intransigentes, no ceden en ninguna de las propuestas hechas por los equipos mexicanos, son marrullerías de muy baja clase para afrontar los cotejos en situaciones de ventaja o de plano no jugarlos, como lo consiguieron. Si fuera la primera vez se podría otorgar el beneficio de la duda, no lo sé, hasta les estuviéramos dando la razón en este espacio, pero ya son varias las que le hacen a nuestro futbol.
Además de lo sucedido en esta Copa Libertadores yo me pregunto ¿qué necesita México para ser invitado permanente a este torneo? ¿por qué tenemos que clasificarnos con Venezolanos para ganarnos un lugar? ¿es que no hemos hecho lo suficiente llegando a finales, semifinales, pasando la primera fase de grupos en el 90% de las ocasiones, siendo animadores del torneo, otorgándoles más ganancias de lo que otro país les daría? De la misma forma ¿por qué no hemos podido ser anfitriones de una Copa América? ¿por qué nos la niegan tanto? ¿no basta con ser el tercer mejor equipo del Continente, o que el Líder Sudamericano Paraguay tenga a más de media selección jugando en nuestro país?
Lo cierto dentro de todo esto es que el trato no ha sido ni de cerca, justo para México. Sin afán de crear pleitos aplaudo nuevamente la decisión de Chivas y San Luis que antepusieron su dignidad – y de paso la del Futbol Mexicano – por encima de sus intereses económicos y deportivos. Ojalá que sirva de lección para la Confederación Sudamericana y que se guarde un poco más de respeto hacia nuestro país y sus equipos en las próximas competiciones.
Son muchas las injusticias que se han cometido contra nuestro futbol en este tipo de torneos, pero esta vez fue demasiado. Primero el partido en Chile entre el Everton y las Chivas. Los aficionados y jugadores del Everton lanzaron expresiones racistas a los jugadores mexicanos durante todo el partido. De “leprosos” no bajaban a los jugadores del Guadalajara por el tema de la influenza que atacaba a nuestro país. Héctor Reynoso perdió la cabeza, el partido estaba caliente y tosió y le echó los “mocos” a Penca, jugador del equipo chileno. La acción de Reynoso es penosa realmente y no tiene justificación, es de lo más bajo que puede hacer una persona, sea jugador de futbol o no. Hasta ahí estamos claros. Sin embargo, el castigo a Reynoso fue excesivo. Por tratarse de un equipo mexicano, la Conmebol expulsó por lo que resta del torneo al defensa Chiva. Un castigo de 5 partidos hubiera sido justo en mi opinión, tal vez Reynoso ni volvía a jugar esta Copa Libertadores e incluso algún otro partido en el futuro en competiciones sudamericanas (un caso similar al de Pepe del Real Madrid), pero cortar de tajo su participación tiene una connotación mucho más fuerte. El objetivo es dejarlo fuera ahorita, punto.
Segundo, hubo expulsión para el jugador tapatío pero no hubo ningún castigo ni para los jugadores chilenos ni para el Club Everton ni veto a su estadio. Cuando se suspendió el partido Chivas-Boca Juniors en 2005, el día del incidente de Palermo y el entrenador Chino Benítez, la Conmebol sancionó a todos los involucrados, los ya mencionados e incluso el mexicano “Bofo” Bautista, y vetó la Bombonera de Boca. Esta vez, con faltas más graves, no hubo castigo para el equipo local. En Europa, el tema del racismo es sumamente delicado y los castigos son severos; en Sudamérica, en Sudamérica no.
Finalmente, Guadalajara logró su pase a los octavos de final de la Copa, entonces llegaron más problemas. Por motivo de la influenza, los clubes rivales de las Chivas y el San Luis se negaron en un principio a jugar en México. Esto fue hasta hace una semana, en medio de la histeria y paranoia de la gripe porcina o humana o lo que sea, así que tenía mucho sentido. Los clubes mexicanos intentaron buscar acomodo en algún otro país para sus partidos de local y no lo consiguieron. Los demás países se negaban a ser sedes de los equipos nacionales o los clubes extranjeros se negaban a jugar en las sedes alternas que sí habían aceptado. Había que esperar unos días para que se resolviera el asunto: o aceptaban una sede alterna o se jugaban los partidos en México.
Esta semana, entonces, cayó la gota que derramó el vaso: a pesar de que la Organización Mundial de la Salud ha dado el visto bueno para que se celebren partidos de futbol en nuestro país, incluso a puerta abierta, y ha reducido la alerta de infección de la enfermedad, los equipos Sao Paulo de Brasil y Nacional de Uruguay se han negado a jugar en territorio azteca. NO van a jugar ni que se extremen precauciones ni esta semana ni la próxima ni dentro de un mes. No importa lo que diga la OMS, me imagino que ellos tienen expertos en materia de salud en los clubes y saben que es peligroso. Y es que precisamente, más allá del asunto de salud, el trasfondo político es el que preocupa. Están siendo intransigentes, no ceden en ninguna de las propuestas hechas por los equipos mexicanos, son marrullerías de muy baja clase para afrontar los cotejos en situaciones de ventaja o de plano no jugarlos, como lo consiguieron. Si fuera la primera vez se podría otorgar el beneficio de la duda, no lo sé, hasta les estuviéramos dando la razón en este espacio, pero ya son varias las que le hacen a nuestro futbol.
Además de lo sucedido en esta Copa Libertadores yo me pregunto ¿qué necesita México para ser invitado permanente a este torneo? ¿por qué tenemos que clasificarnos con Venezolanos para ganarnos un lugar? ¿es que no hemos hecho lo suficiente llegando a finales, semifinales, pasando la primera fase de grupos en el 90% de las ocasiones, siendo animadores del torneo, otorgándoles más ganancias de lo que otro país les daría? De la misma forma ¿por qué no hemos podido ser anfitriones de una Copa América? ¿por qué nos la niegan tanto? ¿no basta con ser el tercer mejor equipo del Continente, o que el Líder Sudamericano Paraguay tenga a más de media selección jugando en nuestro país?
Lo cierto dentro de todo esto es que el trato no ha sido ni de cerca, justo para México. Sin afán de crear pleitos aplaudo nuevamente la decisión de Chivas y San Luis que antepusieron su dignidad – y de paso la del Futbol Mexicano – por encima de sus intereses económicos y deportivos. Ojalá que sirva de lección para la Confederación Sudamericana y que se guarde un poco más de respeto hacia nuestro país y sus equipos en las próximas competiciones.
Update- La Federación Mexicana de Futbol acaba de romper toda relación deportiva (Copa Libertadores, Copa Sudamericana y Copa América) con la Conmebol hasta nuevo aviso, debido a la falta de palabra de los dirigentes sudamericanos. Esperemos que se confirme la tesis de que México le hace más falta a la Conmebol de lo que ésta le hace al país y los dirigentes recapaciten y por fin le den al balompié nacional el verdadero lugar que merece. Ojalá que esta crisis reposicione a México en el contexto continental.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarConcuerdo contigo además la libertadores es un torneo que cada vez viene a menos, a los clubes mexicanos les deja poco en lo económico y no valen los desplantes de los sudamericanos por lo que deja en lo deportivo yo siento que ellos pierden más sin nosotros que nosotros sin ellos quiero ver que vuelvan a negociar sus contratos publicitarios sin el mercado mexicano se las veran negras
ResponderEliminarCreo que es una decision muchos pantalones por parte de la FMF. Probablemente a la afición sudamericana no le importe nuestra selección mexicana, pero lo que es un hecho es que los equipos mexicanos hemos dado dignas peleas deportivas en cualquier territorio haciendo más competitivos y emocionantes los torneos; además de reevaluar económicamente estas competencias con un incremento de cerca de 100 millones de nuevos espectadores, con mayor publicidad y derechos de transmisión. Definitivamente, Conmebol es y será la gran perdedora!!! el tiempo dirá si tengo razón o no. Atte. Santiago Alonso M.
ResponderEliminarHola.... creo que es un tema muy sensible el del racismo en el futbol, la UEFA lo ha combatido muy severamente con base en algunos insidentes que se han dado dentro y fuera del campo de futbol, y no solo lo avaló la fifa, sino que llevo a cabo una campaña en torno a eso "say no to racism" creo que hasta se pueden encontrar anuncios con esto incluido, etc. sin embargo en sudamerica no se observó esta campaña... ¿porque? creo que lamentablemente los directivos sudamericanos son igual de mercenarios que nuestros directivos mexicanos, claro estoy generalizando, pero siempre se ve primero por la entrada de dinero, que por el mejoramiento del deporte mismo, asi como su proyección a la sociedad, pues este deporte que nos une a todos(no dudo que los aficionados al futbol en mexico seamos mas que los católicos del país, y eso es decir mucho) se olvida lo importante que es el reflejo en los aficionados de lo que solamente se queda cuando el balon rueda... nos falta mucho por crecer, el problema es que hace años que el futbol mexicano esta estancado, y no veo por donde crezca, pues nuestros directivos mercenarios solo se dedican a satisfacer los bolsillos de sus jefes, y los propios, sin importarle el jugador, el aficionado, el trabajador de las instalaciones del estadio, todo lo que rodea a un equipo de futbol...
ResponderEliminarsoñemos con que algun dia nuestro futbol cambie, al fin que soñar no cuesta nada...
ATTE: Raúl Canto
Previo a esta ruptura de relaciones, como lo vieras México era un país que no forma parte de la CONMEBOL, ni se veía ningún intento porque formara parte de una confederación que no fuera la CONCACAF.
ResponderEliminarMéxico era "invitado" a torneos como la Copa América, la sudamericana y la Libertadores, sin embargo iba en carácter de invitado, tan es así, que en las coaps de liga se hacían los brackets con la finalidad que no se enfrentaran 2 equpos mexicanos, para no tener una final mexicana y si se ganara una copa américa, el país oviamente no podía representar a CONMEBOL ante la copa confederaciones.
Lo que pretendo decir es que México era invitado, y la CONMEBOL está en todo su derecho de dar un trato diferente, por otro lado México no está obligado a soportarlo.
La pandemia que generó la influenza modificó muchas cosas y actitudes en contra de los mexicanos y no fue algo exclusivo de los sudamericanos.
Me apena saber que México ya no participará en esos torneos, pues aunque a los sudamericanos les traía lana, a México le daba más oportunidades de participar en competencias de buen nivel, que por lo visto en los últimos meses, es muy necesitado...