
El juego del miércoles fue un emocionante partido de futbol que tuvo de todo: muchas llegadas, buen trato del balón por momentos, goles, errores, pelos pintados, lesiones, llanto. Los de la Franja continúan su idilio con la afición y el futbol y en esta ocasión pasaron por encima de un equipo que se había mostrado bastante regular a lo largo de todo el torneo pero que esta vez pareció como un novato en una liguilla. Los rayados salieron nerviosos al campo de juego, el Puebla hizo buena lectura del partido y se aprovechó de los errores del rival y terminó por prácticamente sentenciar la eliminatoria en casa. La mejor noticia para los camoteros no es la lesión de Suazo sino que son los mejores visitantes del torneo y saltarán al Tecnológico a defender una ventaja considerable. Por su parte, el Monterrey tiene que salir con todo al ataque, la empresa es difícil pero no imposible; un gol antes del medio tiempo metería en la pelea a los rayados, y ellos lo saben. Sin embargo, si la pasividad y el nerviosismo se hacen presa de ellos nuevamente, el corazón y el hambre poblana terminarán por recetarles la misma medicina que el miércoles.
Algunas personas me preguntan por qué hablo del Puebla y no menciono a Tecos, que hace un año estaba también en situación de descenso y se ha metido a las dos liguillas de este año futbolístico y con plantilla también limitada. O por qué no hablo de Indios de Ciudad Juárez, el equipo más modesto de la Liga, en una plaza nueva para nuestro futbol, aparentemente hundido en el descenso y que terminó dejando en el camino a los dos grandes del balompié nacional y que juega la primera liguilla de su historia. La respuesta es sencilla: porque el Puebla contagia, porque tiene carisma, porque tiene una identidad propia la cual es muy complicado pasar por alto. Por si fuera poco, los poblanos tratan, en la medida de la calidad de sus integrantes, de jugar bien al futbol. Tocan el balón, no salen con pelotazos, generalmente no se tiran para atrás, buscan anotar goles aunque les metan la misma cantidad. No son Pachuca ni Toluca, pero para el equipo que tienen juegan mejor que el resto de los cuadros de la Liga.
Además, el Puebla tiene un entrenador que no solamente es un show dentro del área técnica sino que pone al jugador por encima de todas las cosas. Un entrenador diferente que se muere hasta la raya con sus pupilos, que los defiende a capa y espada y los motiva a trabajar por el equipo. Por eso el miércoles vimos un conjunto unido, relajado, con ganas de divertirse. No sé si es el pelo pintado, el juego abierto o la excentricidad de su líder, pero este Puebla me recordó a aquel Toros Neza que perdió la final contra el Guadalajara. Ojalá que continúe así y tengamos a alguien que ponga un poco de color a esta liguilla.
Del Tecos-Pumas me resultó interesante la propuesta de Herrera. Miguel siempre me había gustado como técnico por ir al frente, por jugar abierto, al ataque. Ahora su planteamiento ha sido diferente: pararse bien atrás y poco a poco construir hacia adelante. Dejó de armar a sus equipos de arriba hacia abajo para hacerlo de la forma contraria. Él dice que está madurando como entrenador y que ha aprendido a jugar con lo que se tiene. Definitivamente no soy fan de este nuevo sistema de Herrera pero es necesario decir que ha cumplido cabalmente con los objetivos que la directiva le ha impuesto y ante eso no hay mucho que decir. El partido contra Pumas fue mucho menos emocionante que el Puebla-Monterrey pero los Tecolotes también sacaron de su casa una ventaja de dos goles. Espero un partido de vuelta donde la UAG ceda la iniciativa a los universitarios, quienes tienen que salir con todo su arsenal en busca de un gol tempranero, igual que en el caso de los rayados. De no ser así, creo que las cosas no pintarían muy bien para el “Tuca” Ferreti, un buen entrenador, el único en activo que nunca ha sido cesado de un equipo en México, pero que su calidad no se ha visto reflejada en resultados, desgraciadamente. En todos sus años como entrenador en nuestro país solamente ha conseguido un título con las Chivas. A ver si no se le agota la paciencia a la directiva universitaria. Para el juego del sábado, la mayor ventaja de Pumas será jugar en su casa ante su público con el estadio lleno finalmente. Su principal desventaja será el reloj en contra.
Sobre los juegos de ayer lo que más destacaría es la ratificación de Pachuca como el principal aspirante al título. Los Tuzos pusieron pie y medio en las semifinales con su victoria de 3-1 a domicilio sobre Jaguares y creo que estarán pensando más en lo que viene que en el juego de vuelta. Si no hay lesiones de jugadores importantes creo que Pachuca debe de estar en la final y tiene muchas oportunidades de ganarla.
En Ciudad Juárez los Indios hicieron valer su condición de local y con un penal se adelantaron en el global a los Diablos de Toluca. Creo que en la vuelta, en la Bombonera, los Choriceros no deben tener ningún problema para ganar por la mínima diferencia y avanzar a las semifinales. En su estadio son un equipo sólido, compacto, que maneja bien la pelota y los tiempos. A no ser que Indios ponga durante los próximos noventa minutos el mismo corazón que puso en los últimos quince contra Chivas, me parece que Toluca clasificará sin mayores sobresaltos. No queda nada más que esperar el fin de semana.
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