miércoles, 3 de junio de 2009

Como novela de Dante



El domingo los Pumas de la Universidad se alzaron con el trofeo de Campeón del Torneo Clausura 2009 del Futbol Mexicano, obteniendo de esta manera el sexto título en la historia del club de azul y oro. El partido, celebrado en Pachuca, terminó con un empate a dos pero los Pumas se impusieron en el global 3-2, gracias a su victoria en CU por la mínima diferencia.
Dante López, el amuleto universitario en esta serie final, había marcado el solitario gol en el juego de ida. Ya en el partido de regreso, el jugador del torneo, el argentino Cristian “el Chaco” Giménez, adelantaría a los Tuzos con un tanto de penal al minuto 32. En esos momentos los Pumas pasaban por su propio “purgatorio” donde expiaban las culpas por haber fallado tantas oportunidades en la ida y ahora se encontraban empatados en la casa del rival al cual apoyaba toda su afición. No obstante, la figura de López resurgiría en el encuentro y como Virgilio les mostró el camino a sus compañeros, adelantando nuevamente a los universitarios con un bonito gol de media vuelta al 62.

Parecía que los Pumas se lo llevaban. El empate había sentado de maravilla a los de azul y oro porque cayó justo cuando los de Pachuca jugaban mejor. Fue un balde de agua fría para toda la Bella Airosa. Fueron diez minutos de desconcierto Tuzo hasta que Sergio Bernal, portero/abuelo/activo fijo del club, llevó a los universitarios hasta “los infiernos” al pifiar de manera increíble en un tiro libre, otra vez, de Cristian Giménez. El Tuzo tenía para ganarlo, quedaban 12 minutos en el segundo tiempo y la posibilidad de los tiempos extras para que con la ayuda de su público y el empuje y la confianza de haber sido líder general del Torneo, remataran en el marcador y dejaran tendidos a los Pumas. Se vivían los momentos más angustiantes del torneo para el Tuca, sus pupilos y toda la afición.

Pero cómo es el futbol que antes había perjudicado a los universitarios con el arbitraje y ahora los favorecería con una expulsión rigorista a Muñoz Mustafá, cambiando así el rumbo del encuentro a su favor. Fue en los tiempos extras cuando la figura de Pablo Barrera llevó a su equipo hasta “los cielos”. Barrera se metió por la banda y de un derechazo batió a Calero que también cometió un error al intentar atajar el balón. El resto es historia, los Pumas en la cima del balompié nacional.

Los de azul y oro merecieron el Título por lo demostrado en la serie final, la cual jugaron con inteligencia y sobre todo, pundonor. No se vio a ningún jugador bajar los brazos, dejar de correr, dejar de querer el trofeo. El despliegue físico fue el arma principal de este equipo tanto en la Liguilla como durante todo el campeonato y se notó muchísimo en los tiempos extras de la final.

Sin embargo, más allá de estos últimos dos buenos partidos, creo que los Pumas no fueron un equipo con pasta de campeón. La realidad es que fueron inconsistentes durante el torneo – ganaron ocho partidos y perdieron cinco – y se notó al quedar a lejanos ocho puntos de los punteros Pachuca y Toluca. Es más, para mi gusto fueron superados después de 180 minutos por el Puebla, que se quedó al borde por el providencial gol de Verón al final del partido y aún así, los de CU pasaron por su lugar en la tabla y no por méritos en los dos partidos.

Ahondando más en esta situación, el periódico Reforma sacó hoy en su sección deportiva una encuesta que se realizó entre los entrenadores y los capitanes de los 17 equipos de la liga para que nombraran, según ellos, a los mejores jugadores del torneo posición por posición. Bueno, pues los Pumas no tuvieron ni un solo jugador reconocido entre ellos. Solamente fue nominado Leandro como segundo mejor medio de contención, detrás de Romagnoli de Toluca, equipo que por cierto obtuvo el mayor número de reconocimientos junto a Pachuca. Los pumistas dirán que esta situación se da porque es un equipo con juego de conjunto, que la clave está en los once y no en jugador por jugador. ¡Pretextos! Lo que estos resultados verdaderamente muestran es que la UNAM no tuvo un desempeño parejo a lo largo de todo el torneo y las dos primeras series de la Liguilla, y en eso me baso para decir que no fueron un equipo con pasta de Campeón. La final la jugaron a la altura y por eso son merecedores del trofeo, porque superaron al mejor del Campeonato y lo hicieron bien. Pero si el rendimiento de la final lo hubieran tenido durante toda la campaña, otra cosa hubiera sido.

Sin embargo, finalmente los Pumas fueron campeones y eso es lo que importa. Esto me lleva a mi siguiente punto: la UNAM se une ahora al América, Chivas y Cruz Azul como uno de los grandes del Futbol Mexicano.

A mi entender, para ser un grande se necesitan dos cosas: títulos y arraigo entre la afición. Me queda claro que a los Pumas le sobra lo segundo pero eran incipientes en lo primero. Estos últimos años, con los títulos de Hugo y ahora el del Tuca, la UNAM ha llegado a seis estrellas y conquista ese renglón de distinciones que le faltaba. Equipos como Pachuca, Toluca y en los 90’s el Necaxa, son cuadros que rápidamente lograron hacerse de trofeos y van acercándose a los grandes en títulos. El problema de estos clubes es que su convocatoria es francamente tibia. Su arraigo no va más allá de las ciudades donde juegan y alguno que otro despistado. Lo siento por sus aficionados pero difícilmente lleguen a ser considerados grandes.

En cambio, me ha sorprendido muchísimo la cantidad de seguidores que tiene la UNAM. En la ciudad de México no se camina tres cuadras sin ver una camiseta, una gorra, una sudadera o incluso una calcomanía en un coche con el logo de los Pumas (si se está por el sur de la ciudad, la cantidad de seguidores aumenta considerablemente). Y en provincia aunque no con tanta fuerza, la afición es grande. Es cierto que se trata de la Universidad Nacional de México y que por tanto el número de personas que abarca es inmenso, pero finalmente lo que importa es que alguien se ponga con orgullo una camiseta de su equipo favorito, o no?

2 comentarios:

  1. Retomando lo último del blog, a pesar de lo que se dice en prensa y televisión de la afición Universitaria, los partidos están inundados de un ambiente familiar y de amor a un equipo. Si bien es bien conocida la barra oficial por sus excesos y arrebatos, alrededor se observan niños, mujeres, adultos mayores, todos con una gorra, una sudadera, bufanda, camisa o incluso un pumita de peluche, entonando siempre el himno deportivo universitario al inicio de un encuentro en CU y cantando 90 minutos, con su debido descanso de 15 la mitad. Por todas estas personas que entregamos nuestro corazón a 11 desconocidos, que arruinamos nuestras gargantas cada 15 días (e incluso cada semana por la TV), que lloramos, reímos, brincamos, volvemos a llorar y nunca dejamos de apoyar... gracias por 6 estrellas PUMAS!

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  2. Pumas venció en un torneo en el que se necesita ser como pumas para ser campeón. La liga es mediocre, Pumas entiende que se puede ser mediocre durante la campaña y con eso le bastó para ser campeón. No estoy de acuerdo con que no tienen pasta de campeón porque pasta de campeón significa avanzar ronda tras ronda, con corazón, y goles providenciales. Pumas es el campeón que el fútbol mexicano merece (signifique lo que esto signifique). Gracias pumas por la Sexta Estrella, Gracias por ser el "Grande" con más títulos en los últimos 20 años. Gracias Pumas.

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